ROZANDO EL CIELO

PARIS, ciudad del Amor y la Luz

Rozar el Cielo forma parte de uno de mis sueños de hace un par de años atrás. Solo que por aquella época no presté la atención debida a su significado ni a su aviso.
Acabo de volver de un viaje a París, ciudad del amor y la luz,  la elegancia, el refinamiento, la cultura, la musica, el arte y muchas otras cosas interesantes. Sentí estar en mi elemento amo la elegancia y las distintas culturas. De noche miles de luces iluminan las calles y comienza la magia a envolvernos.
Las imagenes van y vienen a medida que camino por las calles parisinas. Mi corazón me guía a traves de sus estrechas calles y extensas avenidas. Siento que he estado muchas veces allí. Seguro que son las reminicencias del Alma al vivir muchas vidas en distintos cuerpos. Renaciendo una y otra vez para vivir la experiencia humana.
Son las lecciones que vine a aprender.
Reconozco por las sensaciones de alegría algunos de los lugares que visité, como sucedió la segunda noche de mi llegada.
Visité el famoso Moulin Rouge, alli tuve el Deja Vù como flashes que me asaltaron. Luego vino el recuerdo del sueño del estanque de agua con serpientes y nadando entre ellas una mujer. Tal como había visto en mi sueño sucedió esa noche en el espectáculo. Lo que viene a demostrar que mis sueños son premonitivos sin duda.
El musical me transportó a mundos de fantasías y colores donde uno se pierde sin darse cuenta. La belleza de las puestas en escenas de los diferentes números artísticos son verdaderas obras del ingenio humano que diseña cada presentación con gusto, estilo y belleza.
El ambiente creado en colores rojos, plata y oro, transmiten al espectador calidez, romance, delicadeza. La mesa está adornada con una lámpara en rojo cuya luz tenue invita al silencio y disfrute.
He pasado unos días inolvidables en la ciudad del amor y la luz. Para mi ha sido este viaje no solo un regalo de las dos personas mas importante en mi vida sino que un premio a la paciencia, la tenacidad, la generosidad que he tenido que cultivar paso a paso. Algunas veces la tarea se hacía difícil y agotador. Me viene a la memoria aquello que lei acerca de que "detrás de los sacrificios se esconden los beneficios". Y asi ha sido en mi caso.
He vivido este viaje de una manera muy especial por ser un regalo de cumpleaños. Subir al avión para volar a la ciudad de la Luz, me llenó de emociones durante todo el trayecto que duró el viaje. A través de los ojos he podido captar lugares preciosos y con enorme encantos.
He desafiado la altura al subir al ascensor para sentir y vivir la emoción de estar cerca del cielo sin estar volando. Imagino que es así como debo estar preparándome para afrontar otro tipo de experiencias que están al llegar y que me permitirá vivir desde un lugar privilegiado nuevas experiencias que exigen responsabilidad y capacidad para continuar subiendo de acuerdo a las prioridades que mi vocaciòn de servicio a los demás me impone. Todo comienza a tener un significado místico relacionado con el liderazgo creativo que estoy llevando a cabo en lo profesional. Dicen que los grandes emprendedores de la historia, solían escalar difíciles montañas para probarse asi mismos. No era que dudaran de su fuerza creativa y corage para liderarse, sino que es la manera en que entrenaban su mente para lograr llegar a la cima de sus sueños y metas. Las mismas ideas he tenido desde la niñez. Claro que a los diez años solo me encaramaba en los cerros de mi ciudad natal, siempre corría el riesgo de ganarme una paliza por escaparme de la vigilancia de mi madre. Ya desde niños se vislumbran las características de quien va a emprender las mayores aventuras para llegar a sus metas. No importa cuanto tarde en ello, el emprendedor visiónario sabrá correr los riesgos sin temor.
Durante este viaje puse atenciòn en las señales que la vida me está ofreciendo para que permanezca fiel a mis sueños y metas. No importa el tiempo, sí importa la calma y paciencia. Mientras cultivo, disfruto este viaje y los demás que han de llegar.
París, un escenario mágico para seguir soñando despierta y consciente de las cosas que me están sucediendo.

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