La visión del Gran Pez de mi sueño de anoche surge de las profundidades líquidas. El agua de mar asociada a las ancestrales situaciones simbólicas que regresan, bajo el disfraz de un sueño colorido fantástico para iluminar mi viaje humano distinto al corriente.
La relación entre el Gran Pez Anaranjado y un proceso de autodescubrimiento ligado a un sendero constante de crecimiento desde la autoconstrucción. aunque este proceso no lo idealizo debido a que siempre estoy condicionada por ambientes distintos y atípicos que me presenta la vida. Nadar junto al Gran Pez de maravillosos colores anaranjados es muestra de mi propio potencial de autocreación en la autorrealización de mi Yo.
Los peces son la energía para el Alma. Asoma una sabiduría heredada al mismo tiempo del Alma que es quien realiza un viaje una y mil veces para alcanzar su estatus. Como individuo humano fuerte, radiante, satisfecha de mi misma. Es la pescadora que ha triunfado donde muchos otros fracasaron. Una mujer nacida en su elemento líquido, el elemento Agua. Que se transforma y autotransforma, es mujer pez. Su medio sigue siendo el agua y no la solidez de lo instituido que oculta la incapacidad para la transformación hacia nuevos senderos de acción.
Una mujer pez autoinventada que ha introducido lentamente sus posibilidades en lo familiar, modificando y ampliando el horizonte de lo cotidiano. Es la que ha frecuentado innumerables veces bibliotecas para mantener abierta su mente a la diversidad de su mundo. Como un pez carpa, al sobrepasar límites de su mundo, crece y aumenta de tamaño en lo que emprende.
Toda la propia autoinvención no resulta ser un trabajo para nada fácil ni menos color rosa. Requiere primero pasar por una "muerte simbólica", de un sacrificio del Ego forjado por la sociedad que nos impone un camino preestablecido. Esto impide la metamorfosis, por ello es necesario traspasar la muralla limitante con su apariencia de seguridad y rutina, para ver lo que existe más allá de.
Todo proceso de transformación nos lleva por peligrosos caminos semejantes a los que pudieran pudieran darse en un bosque oscuro, sin llevar un mínimo de elementos que nos ayuden a protegernos frente a lo inesperado.Lo mismo, si nos aventuramos a cruzar la superficie de un lago congelado en un momento en el cual el hielo aun no está duro o si no llevamos el equipo apropiado para soportar los grados bajo cero.
La superación de cada prueba conducente hacia un exitoso proceso de autoconocimiento nos obliga a traspasar barreras que hecha por tierra una vida de límites cerrados.
Alcanzar la orilla de la playa, tal como lo vi en mi sueño de anoche, agarrada a la cola de el Gran Pez Anaranjado, es un símbolo de mi destino final. Soy la constructora de éste. Este destino me aguarda, para ofrecer excelentes perspectivas de un futuro donde la abundancia, el cumplimiento de mis deseos, coronan los grandes esfuerzos por llegar hacia unos objetivos trazados en lo espiritual, físico, profesional, material.
Sin duda, mi Gran Pez es representante de una promesa de éxitos cercanos y mucha más alegrías.
En el horizonte mítico, la iniciación siempre supone un doble nacimiento. Luego de una serie de pruebas a las quien he estado sometida desde los siete años de edad, atravesar, una "muerte" y renacer dentro de un nuevo saber, un nuevo tipo de existencia, es lo que me lleva a emprender la mayor de las tareas que un ser humano perseverante como yo, pudiera jamás haber soñado realizar. Ya me llamaron loka muchas veces, unas en mi cara otras a mis espaldas ni aun esto, ha impedido nadar en mis sueños sumergiéndome mas de mil veces.
Estoy viviendo mis propios sueños, mi propia vida. ¡Esta es la historia de mi gran vida!
Por Liisa
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