Hoy dije adiós a uno de mis más queridos amigos y protectores. Dije adios a su cuerpo físico porque su alma ya no lo habitaba más.
Allí frente al altar de un Dios que representa al amor, le dimos el último saludo de despedida. Un cajón blanco inmaculado contenía sus restos. La última morada de su Alma y Espìritu durante el tiempo que convivió con nosotros.
Rosas rojas, mudas, bellas y silenciosas depositamos sobre el féretro. Todo en señal de nuestro amor y cariño.
Lás únicas personas alli presentes, sus hijos con sus esposas, nietos y yo. Nadie más hubo allí presente.
El silencio tiene sonido.
Recordé los momentos compartidos mientras oí cosas que de él leyó el cura. Vi las lágrimas caer de los ojos de sus seres queridos. Un pequeño grupo y tan grande el amor que alli de pronto nos inundó los corazones.
No pude evitar derramar mis lágrimas en este último adios al hombre que se peleó por mi y que me salvó la vida en el pasado. Ninguno de los hombres que conocì hizo algo así. Jamás olvidaré lo que hizo. Fue un angel protector.
Nacer para morir.
El sol de la mañana brillò como si supiera las cosas que pasaban por nuestras mentes en esos instantes del adios. El silencio a ratos, regresó. Se instaló sin más. Oí mi corazón latir fuertemente mientras mis ojos recorrieron la urna. Intenté recordar su rostro y sonrisa. Fue en ese instante en que senti que su Espiritu, estaba sentado entre todos nosotros. Con su típico traje blanco que resaltó en vida su varonil figura. Podía haberme enamorado de el cuando le conocí, pero él ya estaba casado y nuestros hijos, iniciaron una profunda amistad que con el tiempo los llevó a enamorarse y hasta el dia de hoy, siguen juntos en pareja. Dos arboles con profundas raices que les ha mantenido unido pese a los obstáculos a los que la vida nos enfrenta a todos dia a día.
El amor del bueno, siempre permanece. Así la amistad!
Se muere la familia, los amigos, los extraños. La rueda de la vida cierra circulos en la vida de cada uno de nosotros. Como yo hoy. He cerrado un circulo con este amigo que regresa al polvo. Su alma ya se encuentra entre los suyos en algún bello lugar que aun no conozco pero que algun dia conoceré. Ese día, el dia de mi final, serán mis hijas y los que me hayan amado quienes me acompañen esta última parte del camino de esta vida, donde haya liberado las más difíciles batallas a las que el Alma y el cuerpo se enfrenta aquí abajo.
Nada hay más emotivo que acompañar a un amigo hasta el final. La amistad se prueba en la alegria y las tristezas. En la pobreza y la riqueza, también en la salud y la enfermedad. Un amigo de verdad llora y expresa su amor o cariño cuando se aparta de uno. Mis lágrimas he derramado por mis amigos y amores. Mi corazón ha resistido esto otro una vez más.
Una generación y semilla naciente queda de mi amigo. A ellos les toca no olvidar al padre, al abuelo, que hasta el último luchó con feroz emprendimiento sin darse por vencido ante el cáncer que lo venció. Lo veo hoy como un héroe digno. Un gladiador como aquellos de tiempos inolvidables. De esos que se batian cara a cara con el adversario, sin apenas armas más que el corazón de guerrero. Cualquier enfermedad es como ese adversario cruel y destructivo. El cancer no conoce la piedad. Roe por dentro, en silencio. Nos soprende como un ladrón a plena noche desvalijándonos de nuestras pertencencias y tambien a veces, la vida se nos lleva en su intento por destruirnos. Asi el cancer.
Nuestros pasos siguieron al coche funerario hasta la salida. Lentamente, rezo mis ultima oración para bendecir en silencio aquel cuerpo que habitó un Alma que hoy nos cuida desde donde quiera que se encuentre.
La luz del sol de este mes de agosto 2014 que casi está llegando a su final, nos sigue acompañando. Pronto comenzará un nuevo otoño adornando todo con sus brillantes colores anaranjados y amarillos. Color de una Esperanza que no muere. Unos están naciendo este segundo.
El amor es lo único que no muere jamás. Nuestro corazón cobija al verdadero Guerrero que sin saber lo que le espera al final, se enfrenta a lo desconocido sin dejar que desaparezca la alegría de saberse vencedor de alguna manera.
!Descansa en paz Cuerpo y vuelvete polvo
has cobijado a un Alma victoriosa
y tuvo un nombre: Matti Kalevi!
Con amor,
Tus seres queridos
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