Compañeros del Camino de la Vida somos todos.
La vida nos vuelve a recordar a su manera que todos estamos conectados y cumpliendo un rol que hemos acordado antes de nacer en este cuerpo.
Cada vez que acompaño a un ser querido en su paso de esta vida a la otra, me conmueve lo frágil que es el ser humano y lo poco que nos cuidamos cuando somos jóvenes y estamos llenos de salud. Pensamos que siempre seremos asÍ. No nos acordamos de que un día llegaremos a la vejez irremediablemente, sanos o enfermos. Solos o acompañados, alegres o tristes, llenos de energía o faltos de ésta. Todo está tan bien hecho en nuestro cuerpo tanto para que dure lo que tenga que durar o se acabe cuando ese tiempo llegue.
Hoy nuevamente acompaño a uno de mis mejores amigos en su lecho de enfermo. Agonizante y cansado de luchar por ganarle al tiempo. Tiempo que ya no tiene.
Le veo cansado. Casi ya no puede ni respirar. Le siguen administrando sus medicamentos para evitar el dolor. Cuantos dolores ha de soportar el humano.
Nos resistemos a lo largo de toda nuestra existencia a los dolores.
Los vivimos en todos los aspectos de nuestra vida como ser humano. Seas hombre o mujer, niña o niño, viejo o joven. Todos morimos y tambien otros nacen.
Me decia, ayer mi hija : " He pensado
que quizás tenga que morir uno para que otro nazca".
Una excelente reflexión pensé para mis adentros, pués asi pienso que es.
Los ciclos se cierran y se abren otros. El boton de la rosa, primero es boton antes de ser rosa blanca, rosada, amarilla o roja. Los ciclos se cumplen sin impedimentos porque el Universo o macrocosmos es perfecto. Lo es el nuestro como un microcosmos también por tanto sujeto a los ciclos o cambios.
Siempre me ha dolido desapegarme de quienes amo.
Se aman a las amigas o amigos en el sano sentido de la amistad. He perdido a varios amigos a lo largo de mi existencia. Hoy uno de mis mas nobles amigos, está respirando con dificultad su casi último aliento de vida. Depende de la máquina que le prodiga aire para vivir un poco mas largo.
La mayor parte del tiempo que le queda, duerme. Algunas veces, su cuerpo se ha vuelto incontrolable por causa de la morfina para el dolor y otros que ya casi ni sirven. El cancer se expandió rapidamente. Otra vez, estamos hablando del dolor. Me duele verlo asi.
En el pasado él nos salvó la vida, a mi y a mis hijas.Nunca olvido esto. Las cosas que hizo por mi nunca nadie mas las ha vuelto a hacer. Estos amigos son para toda la vida. Y cuando se van, queda un vacío en nuestro interior difícil de llenar.
Hoy al pasar por el hospital, lo hice para despedirme de él y en silencio, en lo mas profundo de mi corazón, le di las gracias una vez más por haberme acogido y consolado cuando más necesitaba un amigo, un abrazo, un techo, un plato de sopa caliente y sobretodo, una mano noble que cogió la mia entre las suyas para ayudarme a levantarme del suelo de la vida y me cuidó y protegió del mismo demonio.
Duele morir, duele vivir...¡como duele despedirse de un amigo querido. Aun me duele en el corazón esta despedida. Mis lágrimas saltaron de mis ojos y no pude contener el llanto.
Sali de alli y miré al cielo. Recé para que hoy su Alma pueda regresar de donde vino. Quizás allí, vuelva a ser libre y no sufra el dolor que hemos de conocer los seres humanos cuando vivimos como quiera que elijamos vivir nuestra vida. Algunos desperdician cada instante de la vida en tonterias creyéndose que ésta no caduca. Otros, intentan aferrarse a ella, cuando ya no hay nada que hacer porque es demasiado tarde para echar marcha atrás y así volver a hacer todo mejor de como lo hemos hecho.
Mi amigo se está marchando poco a poco. No está solo. Siempre hay alli en presencia fisica un angel blanco de luz en forma de una nuera que con enorme compasión y amor, le prodiga las caricias que todo ser ha de recibir al marcharse de este mundo.
Fuera del edificio, el sol abraza.
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