La letra de esta canción habla de dos personas que han caminado por la vida juntos y visto crecer a los hijos. Ambos personajes de la historia existen. El cantante creo esta canción mientras observaba por la ventana de su casa hacia el jardín al ver estos dos árboles, reflexionó acerca de su vida en pareja.
¡Bella inspiración!
Muchos de nosotros vivimos en pareja experimentando las alegrias y las tristezas mientras caminamos uno al lado del otro envejeciendo juntos. Crecemos, nos desarrollamos. Amamos, nos enojamos, nos separamos y nos volvemos a unir. Otras la separación llega impajaritablemente y todo termina llegando el olvido y esto es equivalente al moho que termina matando todo lo bello y sano. Sin embargo, una vez limpio el lugar donde existió, puede volver a nacer algo nuevo...como un nuevo arbol, una nueva flor o un nuevo y bello amor.
La vida en pareja requiere la fuerza y una base tan sólida de amor para afrontar el proceso de conocimiento entre dos que han decidido compartir sus vidas y ver qué pasa. Somos compatibles? Seremos felices? Aceptarás que ronco? Aceptarás que nos soy perfecta? Te adaptarás a mis manías? Respertarás mi forma de pensar y de reacionar frente las diversas situaciones a que la vida nos somete. Y que, sin estas pruebas, es imposible crecer, conocernos y madurar.
La vida en pareja, como estos dos arboles, requiere la dosis suficiente de agua, para mi amor, que como el agua , alimenta y nos sostiene para vivir sanos, fuertes y feliz.
En Finlandia los abedules, coigües, y otros árboles, resisten las más duras heladas del invierno. Los humanos que nos hemos adaptado a estas gélidas temperaturas y a la oscuridad de estos largos meses, desarrollamos el espíritu que nos guía y sostiene como las raíces de estos arboles, enterrados a las profundidades de la Madre Naturaleza.
Nuestras raices fuertes y sanas, son las que nos permiten fluir, crecer, vivir sanamente en nuestro interior. Es en el corazón donde se asientan estos principios de vivencia. No es sobrevivencia, ya ésta, la hemos sobrepasado cuando aparecen los desaciertos y avanzamos cometiendo errores para avanzar y conocer nuestras debilidades y fortalezas.
Dos arboles, uno a al lado del otro, recuerdan el compromiso que un hombre y una mujer se prometen al iniciar una vida en comun. Si la elección es correcta cuando interviene la guia de neustro corazón, ambos crecerán fuertes y sanos, tal como estos dos árboles. Alimentándose y prodigándose los cuidados necesarios para que no muera el amor que los une.
El arbol se alimenta del aire, el sol, el agua, y requiere los cuidados del hombre. Cuando respetamos la naturaleza que nos rodea, nos estamos respetando a nosotros mismos en cada una de nuestras acciones estamos dejando una huella invisible, esta no desaparece.
Las relaciones humanas necesitan el mismo cuidado.
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