Mi compañero espiritual
y yo nos estábamos volviendo
muy dependientes el uno del otro,
necesitábamos crecer interiormente
por ello en esta vida regresó
un poco tarde
Estuvimos alejados en vidas
anteriores para construir bases sólidas
hoy nuevamente volvemos a
seguir caminos distintos y
es la vida que nos muestra
si lo que hemos de aprender
cada uno en su experiencia en
solitario, nos otorgará la corona
que adorne nuestra cabeza
como símbolo del amor y la confianza
la integridad y la fuerza por
resistir las lecciones que vinimos
a practicar.
Solo es nuestro corazón
la brújula interior que nos guie
por el camino donde descubriremos paso a paso...
aquellos acertijos que nos conducen por el
conocimiento de nosotros mismos.
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