ISLA BONITA |
Inspiré aire fresco de la mañana, son las 11.30 de un día jueves 26 de julio 2012.
Escucho las gaviotas que vuelan en el cielo poblado de nubes. Es verano aun. Mis ojos se posan en la bella imagen del lago quieto y silencioso. En la superficie observo los nenúfares agrupados en pequeñas familias. Alguna flor de intenso color amarillo sobresale entre ellos. El reflejo de los pinos se dibujan en el agua. Una suave brisa mueve las hojas de los coigües y pinos, suavemente, mientras oigo un canto de gaviota a los lejos. Las pequeñas ondinas del agua dibujan tenues imagenes oscuras cuando avanzan hacia la orilla.
Estoy en lo alto de esta terraza, rodeada de verdes pinos y otros arbustos que llenan mi espacio de agradables olores a naturaleza. Levanto mis ojos y descubro una blanca estela sobre el agua serena como si debajo de ella una fuerza misteriosa la llevase para confundirse en el regazo de la madre naturaleza. Al cabo de unos segundos ha desaparecido la figura y ahora todos forman parte del Todo.
Miro al cielo y aun veo nubes bajo el celeste color del cielo que se niega a desvestirse para mostrarme al hermano sol.
Observo todo a mi alrededor. Frente a mi ojos, en la otra orilla de la Isla Bonita, descubro la figura de una casita pequeña de madera, entre los arboles verdosos. Parece que soy la única habitante en toda esta Isla y no es así.
Cada ser vivo que escucho tiene su propia voz y envía mensajes a otros. Hay unos patos salvajes nadando en solitario. Es una pequeña madre con sus retoños.
El silencio en el bosque no es del todo un silencio sin ruidos. Hasta la suave lluvia como la que cayó anoche tenía su propia voz. Sentir todas estas sensaciones que me produce el estar aquí, llena mi Alma. En algún momento me detuve al oir el motor de una lancha. Fue lo único que me distrajo mientras escribo.
Ha comenzado a caer una suave lluvia. Me dirijo hacia el interior de la casa.
A mi mente acude una frase que leí "...Nuestro espíritu tiene un potencial infinito para ser feliz y nos cabe a nosotros decidir cómo vivir la felicidad".
Tengo la Conciencia plenamente en paz conmigo misma. Siento en lo más profundo de mi ser que mis actos positivos me están proporcionando constantemente circunstancias favorables en que el bienestar ajeno y el mío están asociados. Cada acción mía positiva ha producido otros de naturaleza semejante, como la corriente del río que en algun punto converge con otro para llegar al océano.
Si protejo la vida, tendré una larga vida y sin accidentes ni enfermedades.
Hoy más que nunca descubro que el haberme comportado bondadosamente con los demás, el haber sido fiel, actuado conciliando la gente, deseado el bien, ayudado al progreso de otros, el haber sido generosa y armónica en mi trato con los demás, ha tenido un efecto positivo y condicionante.
Es lo que me hace vivir en este lugar bello y agradable, contemplando el clima templado aunque estoy en pleno verano finlandés. Aquí hay plantas aromáticas, frutos silvestres y no hay hambre ni epidemias.
Poco a poco, gano la estima de las personas que me rodean y si tengo que escoger entre el interés personal y el bien ajeno, dejo de escoger lo primero. Aunque mis responsabilidades sigan pesando, sigo no teniendo el coraje para abandonar porque se que hay personas que cuentan conmigo. Como Buda dijo : "...nadie puede escapar al resultado de lo que sembró ni experimentará los resultados de lo que no hizo".
Puedo comprender y tener una mayor visión clara y firme acerca de que el empobrecimiento de los recursos humanos naturaleza, la contaminación del agua, de la tierra y de los alimentos, son sinónimos de la degeneración de los habitantes del planeta. Las alteraciones de las estaciones, las enfermedades, la falta de empleo, el hambre, la desigualdades entre clases sociales, hombres y mujeres, son el resultados de los desequilibrios provocados por errores éticos que jamás deben pasarse por alto.
Se lo importante que es entender que si queremos cambiar este estado de cosas, nuestros esfuerzos ecológicos tienen que apoyarse en la ética de tal modo que el silencio de lo que no es ético deje de ser silenciado. Vivir desde la ética es vivir una vida correcta.
La vida es un bien tan preciado que no existe dinero que pague estos instantes de mi vida.
La vida está llena de causalidades que no son casualidades. Todo es el resultado de causas y condiciones.
Me resulta curioso descubrir que el sacrificio me trajo unos beneficios inesperados aunque no tan inmediatos. Al principio, me resultó difícil aceptar mis circunstancias que causaron dolor no solo en el corazón sino en mi Alma también. A pesar de todo lo que he tenido que vivir a lo largo de esta existencia, poco a poco, perseverando, he visto como mi vida se modifica en el tiempo. Nada permanece. Todo cambia.
Recordando lo que dice el Sutra de la Sabiduría...: " Como héroe en el ardor de la batalla, nunca pierdas el coraje, sea cual fuere la acción positiva que quieras realizar. Que tus acciones beneficas sean continuas como el círculo rojo dibujado por las llamas de una antorcha que se agita. Así conquistarás la felicidad en esta vida y en las próximas para que al final alcances la liberación."
El silencio enseña, si se presta atención a lo que quiere decirnos a través de las diferentes voces, que como un susurro, nos invita a que escuchemos con algo más que nuestros oídos físicos.
El silencio es el lenguaje que utiliza el viento, el agua, la tierra, el sol, las aves, los árboles para hacer notar su presencia y lograr de este modo una comprensión simple de todo lo que Es, siempre ha sido y será.
Ya no me asusta más tu silencio. Es mi compañero.
Por : Liisa
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