Amar a los 16 es la experiencia más maravillosa que ninguna chica olvida. No olvido mi propia historia de amor a esta edad. El corazón está intacto y repleto de amor para dar al otro. Nuestra inocencia es como el aire fresco al entrar la primavera donde los árboles alcanzan sus brotes al máximo antes de nacer la flor!
Todo lo que deseamos esta referido a dar lo mejor que hay en nuestro corazón a ese que nos hace saltar de alegría cuando oímos su voz. El corazón late tan rápido como caballos libres galopando en pleno campo.
Al romperse nuestra relación de amor, duele. Sufrimos. Pasamos distintas etapas desde la euforia a la rabia, las preguntas sin respuestas, permanecemos apegados a los recuerdos de lo que vivimos. Casi sin darnos cuenta caemos en ese pozo que es la desesperación y desesperanza. Nuestra mente está ocupada permanentemente por los recuerdos de la persona que un dia amamos y significó todo para nosotros.
Son incontables las preguntas que nos asaltan, atontándonos casi hasta dejarnos sin fuerzas para seguir con nuestra vida adelante.
Todo pasa finalmente. Transcurrido un tiempo, que llamo de luto en el corazón, sanamos y estamos listos para volver a enamorarnos.
Llegamos a los veinte años con esta experiencia en el amor que comienza para algunos alrededor de los 16 años donde fuimos acumulando una a una, cada nota melódica del amor, llegamos a conocer lo tierno, romántico, dulce, cálido, sincero, juguetón, erótico, creativo y soñador .
En los 30, vivimos las experiencias en el amor con cuidado. Sopesamos las cosas. Ya es la cabeza que decide por nuestro corazón. Quizás algunos, pueden hacerlo equilibrados entre cabeza y corazón, pero creo que son los menos.
Las personas cuando nos enamoramos, necesitamos conocer, sentir, arriesgarnos, vivir el amor con sus pro y contras. Es a esta edad, donde más riesgos corrí siguiendo los dictados de mi apasionado corazón.
Crucé el planeta de extremo a extremo y viví la experiencia de amar plenamente.
Se necesita valor para amar con el corazón y dar desde el todo el amor del mundo, sin tener que medirlo a cada instante perdiéndonos entre tanto parlotelo mental. Eso no es amar!
El amor algunas veces es un fuego peligroso. Se puede uno quemar en sus llamas. Es la vida la que nos obliga a abandonar el lado seguro de ella y nos lleva a la cresta de la ola para surfear en el mar de los sentimientos, los deseos, los pensamientos y de este modo conocemos nuestros límites y el de los demás en las cosas referidas al amor.
Con toda esta riqueza llego a mi edad de oro, los cincuenta y pocos más, llena de vida, sana, alegre y en equilibrio desde mi interior al exterior.
Cumplir años, es un fenómeno irreversible, pero su ritmo es modificable. Depende del lugar y la época en que vivimos. Hoy no es lo mismo envejecer y llegar a los 55 años como los de nuestras madres y abuelas. Tampoco es lo mismo envejecer en el Norte que en el Sur.
Las mujeres de mi edad han llegado al equilibrio emocional, económico y profesional. Por otro lado, la vida sexual se disfruta más. Sin temores. Los hijos se han independizado y el tiempo del que disfrutamos lo apreciamos al máximo. Ahora es cuando hacemos todas aquellas cosas que ni a los 20 ni a los 30, ni a los 40, nos atrevimos a realizar. Incluso hay cosas que hacemos que nos recuerda nuestra tierna edad de la adolescencia. Siempre que vuelvo a esa edad, siento una emoción y la reconozco inmediatamente.
Pasados los 50 y tantos, vuelvo a tomar contacto con mi verdadera esencia y la adolescente que fui, regresa transformada en toda una mujer y es, a la vez, la mejor amiga que una mujer puede tener.
Ya no molesta el pelo blanco al vernos en el espejo. El cabello plateado es simbolo de la sabiduría y el conocimiento adquirido de una misma. No hay ego.
Y si vivimos en pareja, es la mejor amante que un hombre tiene a su lado. Aflora la candidez y un simple beso hace saltar chispas por los aires en cada momento.
Asi la mujer a esta edad dorada, está llena de experiencias hermosas y verdaderas que todo ser humano debiera experimentar. Aunque haya habido también lágrimas en este camino de amar, vale la pena vivir el amor intensamente y sentirlo.
Y si nos enamoramos de alguien mas joven, ese amor que se ha sentido, ha sido mágico, servió para reencontrarnos con aquella esencia que nos permite hoy volver a tomar contacto con nuestro corazón, sentimientos, emociones, experimentar cada beso, cada abrazo, cada caricia o relación sexual en completa libertad.
Diría, que volvemos a amar con inocencia, confiando en el otro y en nosotros mismos. Nuestras capacidades vuelven a ser lo que son y amamos sin condicionamientos. Estamos completos. No echamos en falta nada más!
Abrazamos al amor y permitimos que esté en casa para no salir de ella jamás.
Sentirse querida y querido es tanto o más valioso que en las otras etapas que uno vive. No quiero restar importancia a las demás experiencias cuando estamos enamorados. Es solo que cada una nos enseña algo de nosotros mismos.
Estar enamorada y volver a sentir amor, es maravilloso, especialmente cuando nos permitimos expresar aquello que dicta el corazón sin pensarlo:
" Hola,
¿Cómo estás querida mia?
"Estoy de camino a casa y después contigo
iremos a pasear a algún lado.
?Is thar good plan to you, my darling?
" Pensaba dónde esta mi Amore?
Claro que quiero salir hoy contigo!
Estoy en casa, cuando estés listo,
por favor, ven a buscarme.
Estoy lista y esperándote mi amor".
Desde que mis hijos se independizaron, empleo mi tiempo en lo que me apetece. Puedo dedicarme
a viajar, ayudar a otros, trabajar para hacer realidad cada sueño postergado y otros que llegan como los primeros rayos de la madrugada de este verano 2014 y junto a mi amor de los cabellos plateados y la dulce mirada, vuelvo a caminar por los senderos de esta bella vida para volver a bailar, reir, soñar, construir mi hogar junto a mi amor verdadero que supo esperar por eternidades y que solo hoy he reconocido al mirarme en sus claros ojos azules, casi tan claros como este cielo azul que me cubre.
Hoy el sol de este verano, alumbra espectacularmente. Me abraza y los fuertes dorados brazos de mi amado transmiten su amor y dulzura estremeciendo todo mi ser. Me coge de la cintura con seguridad y nos dirigimos felices hacia delante charlando de nuestros sueños y proyectos en comùn. A él le gusta comprometerse y cumplir lo prometido. No importa cuanto tardemos en llegar a nuestra meta juntos, lo importante es que estamos disfrutando el camino que nos lleva a ella. El sol ilumina el horizonte. Sonrío y recibo en mis labios un largo y tierno beso con amor.
He, stand by me!
El, está a mi lado !
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