Perdón, a ti lector me dirijo....
Voy a dar un salto atrás en el tiempo, para recordar a mi Madre quien partió de este mundo enfermo hacia el mundo de Paz y Amor, donde no existe la maldad ni las enfermedades ni el desamor. Allí donde ella vive junto a su familia amorosa, cuida y protege desde su condición de Espíritu que puede cruzar las dimensiones e introducirse en mi sueños donde mantenemos conversaciones que ya antes, mientras vivió encarnada aquí abajo, tuvimos. Eran conversaciones interesantes acerca del mundo espiritual, otras soñábamos juntas y también jugábamos a las adivinanzas. Me enseñó los secretos de mis antepasadas Sanadoras que heredé Me habló de los beneficios de las hierbas, hoy llamado Naturismo. Decía que el Geranio curaba la depresión y sanaba el Alma y el Corazón. El aceite esencial de Arbol de Te, alejaba las malas vibras y negatividades. Nuestro tiempo juntas, lo pasamos unidas por lazos, más de amigas que de madre e hija. Existía una confianza ciega la una con la otra. Solíamos charlar hasta largas horas de la madrugada. para ambas el tiempo se detenía. ¡ Dios, como extraño nuestras conversaciones!
Su alegría heredé, como su actitud optimista y positiva frente a los avatares que la vida nos imponía. Amaba cantar y bailar. Las reuniones familiares y los viajes. También yo. Las plantas adoró y los animales recogió de la calle para darles comida y amor en casa donde a veces solo teníamos té y pan. "Donde comen 4, comen 6", decía. Pero algo que nunca nos faltó a mis hermanos y a mi, fue su amor de madre, lo demostró innumerables veces cuando otros querían hacernos daño. Alguno que nos lo hizo, jamás lo olvidó.
Era divertida. Soltaba risotada cuando algo le hacia gracia. Tengo muchas anécdotas de este tipo con mi madre y que siempre cuento a mis propias hijas. Ellas se encargan de recordarme cada día que jamás deje de sonreir. La sonrisa es la alegría del Corazón...Los Buda, mantenían intactas sus sonrisas en sus rostros, era la manera de mostrar su serenidad interior. De esa manera enseñaron lo importante que es vivir en la alegría. Mi madre siempre fue una mujer alegre. Lloraba y reía a la vez.
Intento nunca perder la sonrisa de mi rostro porque refleja mi estado interior. Estoy en paz conmigo misma. Mi madre puedo ver en sueños otra vez y charlamos de las cosas que causan dolor. Me da sabios consejos desde la otra dimensión para que pueda llevar a cabo la misión de mi Alma. Dice que todos tenemos una misión que cumplir y que debemos descubrir mientras transitamos esta vida. Esta vida es un camino sagrado me recuerda. Haz todo lo mejor que puedas tus tareas y nunca causes daño a ningún ser vivo. Me recuerda que solo es el Amor lo verdaderamente importante. Hay que amar mucho me dice. No importa si te aman o no. Tú debes amar sin condicionamientos y un día te reunirás con tu verdadera familia cuando sea tu momento.
Me parece aun una película verla tan lozana y jovial. Siempre el mismo rostro con rasgos japoneses y la sonrisa eterna y cándida.
Mi madre es el Alma de mi corazón que me visita en sueños!
Feliz día querida mamá..gracias por tu infinito amor!
Te ama...
Liisa
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