Los libros, los cuentos, durante esta Era Acuariana, tienen que estar al alcance de todos los seres que buscan la verdad y han despertado del sueño.
Comencé a escuchar los cuentos a los cinco años si mal no recuerdo. Era mi abuelo Arturo quien me leía los cuentos más famosos como Blancanieves, Pinocho, Alicia en el País de las Maravillas, Simbad el Marino, y tantos otros que posteriormente llegaron para llevarme por la fantasía, viajes eternos que nunca terminaban. Eran viajes que me transportaban a lugares lejanos, llenos de colores, con personas que no recordaba. Mi favorito era Simbad, el Marino. Un marinero aventurero, con Alma de Buscador como la mía.
Una de las cosas más maravillosas para una niña es oír historias fantásticas de princesas y guerreros con corazones de leones. No podía imaginar mi abuelo Arturo, que de tanto leerme esas historias había sembrado en mi interior la semilla de la que Busca la Verdad en las cosas del mundo que le rodea. Fue así como se inicio mi entrenamiento espiritual: escuchando cuentos.
¿Cuantos de nosotros no hemos tenido un cuento preferido? Sin saberlo todos, viajamos en el mundo de la fantasía, soñando con héroes y heroínas. En lo más profundo de nuestros corazones existe un Ser maravilloso que nos llama a través de la imaginación, donde la inocencia que es parte de nosotros, clama ser descubierta. A medida que vamos creciendo, en el subconsciente, permanecen héroes y heroínas de los cuentos que un día escuchamos y nos dormimos con ellos mientras nuestras Espíritu volaba allí a la Casa Dorada donde antes que se inventaran los cuentos reinabamos en Paz y Armonía con el Todo.
¡El Amor es la energía que todo lo impregna!
Blancanieves me enseñó acerca de la unión, la envidia, la amistad, el amor. Una parte de nosotros que debe permanecer enlazada a las virtudes en la unidad, sin tomar en cuenta las diferencias de culturas o experiencias personales.
Para cuidarnos de ser objetos de los pensamientos mezquinos, debemos mantener nuestra Blanca nieves intacta y fiel a nuestra forma de sentir según nuestro Corazón. La pobreza de Blancanieves, muestra que esta sirve para dar valor a la nobleza del Espíritu. Si nosotros abolimos el dolor y la pobreza, el espíritu humano queda como una hoja en blanco, en que nada hay escrito.
En el Camino el Buscador habrá de oír numerosos cuentos para poder avanzar divirtiéndose y cada cierto tiempo, también descansando.
La Bella y la Bestia, nos traslada a lo más íntimo de nosotros mismos. Cautivante. Nos ayuda a re-conectar con nosotros mismos.
Cuando nos miramos al espejo solo vemos lo negativo pero nunca la belleza dentro de nosotros.Realmente la belleza está en el interior y al igual que Bella supo ver la hermosura en Bestia nosotros debemos hacer lo mismo tanto con nosotros como con los demás. Lo que vemos de positivo hay que potenciarlo y esto se convierte en un arma en nuestra lucha hacia la Luz.
¡Cambiemos las grabaciones!
Escribamos nuestro cuento con un final feliz. Así con nuestra infancia como adolescencia. Nace luego una sanación que nos lleva a experimentar el amor, los colores de todo lo que nos rodea. Todo lo vivo en la naturaleza incluidos nosotros.
Aprendimos sistemáticamente que aquello que vemos es lo real. No cuestionamos nunca nada. Damos por hecho que las cosas son así. Y no son así.
Cuando Pocahontas vio los barcos llegar a su territorio de paz y armonía, pensó que eran nubes extrañas. El concepto de barco no existe para ellos. Lo mismo en nosotros, es algo desconocido en su cultura y experiencia de vida. No juzgar! No debemos juzgarnos ni juzgar a otros.
La práctica de la observación y una entrega sincera de amor es lo que nos acerca al otro. Las Pocahontas abundan en nuestro mundo como los John Smith.
Ser siempre niños, sinceros, alegres, sin malicia y elevarnos. La alegría es el polvo de las estrellas y es la mejor manera de volar como Peter Pan.
Debemos perder la sombra que la sociedad nos ha cosido. Cuando la alegría , la espontaneidad entra en nuestras Vidas, todo los problemas desaparecen. La energía positiva de la risa, otorga la salud en todos los sentidos. Creando un espacio que fluye de mi hacia ti.
Aunque nos resulte difícil decir la verdad o actuar de acuerdo a ella, debemos hacer todo lo posible para que el síndrome Pinocho, no aparezca en nuestra vidas. No debemos mentirnos ni a los demás. No existen las mentirillas ni tampoco las mentiras piadosas. No hay tal. Es lo que es. Si mentimos, eso es lo que estamos creando, más mentiras. La primera persona a quien debemos la verdad es a nosotros mismos. Actuando y siendo el fiel reflejo de lo que nuestro corazón dicta,unido a la conciencia. Ello nos acerca al otro. Lo contrario, aleja.
Muchos hemos vivido o estamos viviendo el papel protagonista de Matrix/ Nemo. Somos la persona más bella, la mejor para realizar el Proyecto. Como Nemo, somos elegidos. Valientes. Seres con Luz propia y bellos colores. Si mantenemos nuestra corazón limpio de impurezas. Lejos de acciones que atentan contra uno mismo o contra los demás, lograremos elevar nuestras vibraciones y la de todo lo que nos rodea en este Mundo.
La persona más importante Eres Tú.
El regalo más importante Eres Tú, Yo, Todos.
Estoy escribiendo mi propio Cuento y pienso darle un final feliz! Elijo un final feliz porque las cosas que causan dolor, nada tienen de malo, sino todo lo contrario, son solo Lecciones que necesito Aprender para evolucionar y dirigir mis pasos hacia la Luz, el Amor, la Paz, la Armonía. Siendo parte de este Todo en el que estoy metida, no puedo ser parte de la separación sino de una Unidad con todos.
El que no esté de acuerdo, habrá elegido la Des-unión, vivir en solitario, en cuyo caso no tiene nada que ver con Soledad que es aquella compañera que nos permite una mirada hacia nuestro interior con el propósito de reconocernos Quien Somos. Es este el estado de la Conciencia despierta. Entonces es una Soledad positiva y generosa.
El buscar el aislamiento pertenece al pasado, un sistema de creencias que nos ha llevado a la humanidad casi a la autodestrucción.
Si no estás de parte de la Unión es que no estás del todo despierto y en alguna página del cuento te has perdido.
Soy quien escribo mi cuento y decreto ahora mismo que su final, es un fin feliz!
por : Liisa
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