La primera vez que subí una montaña, a parte de los cerros de mi ciudad natal en el norte chileno, fue La Pedriza a 2600 m de altura sobre el nivel del mar en Madrid, España. Junto a otra guerrera aventurera y en pleno proceso del Autoconocimiento las dos entonces, nos atrevíamos a todo! Aquel año eran otros los entrenamientos que recibíamos y la vida nos iba guiando y llevando por distintos caminos, hasta que lo logramos. Fue toda una hazaña para Virginia y para mi. Nunca olvido aquella aventura.
Ha pasado el tiempo desde el año 2006 y este año 2011, me atreví a escalar junto a otros peregrinos de la vida un gran volcán. No hay nada mejor que empezar un nuevo día en la vida de uno apuntando alto, desde el pico más elevado de España, a 3.718 metros de altura. El Parque Nacional del Teide alverga rincones y especies naturales que no se ven en niguna otra parte del planeta.
Justo a los pies de El Teide donde, yo me senté, tras subir una parte en el Teleférico hasta llegar al punto permitido para caminar y acercarse al pico del volcan ( 3500 m.)..Cogí aire y comencé la caminata, en silencio meditativo, nada más que con agua, abrigo, zapatillas comodas y mi Espìritu. Subir el volcan El Teide ha sido la experiencia mas maravillosa de mi vida. Se despierta el sexto sentido! Esta ha sido la segunda experiencia en escalada hacia un punto alto. Esta vez, un Volcan en plena actividad. La ultima vez que erupcionó fue hace 500 años atrás. Desde entonces solo se huele el penetrante olor azufre como pude comprobar en primera persona. Las vistas a 3.500 metros de altitud son sencillamente impresionantes. Pude descubrir la belleza de un Valle de la Luna . Estuve por encima de las nubes y debajo de ella se encontraba la población.
Subir a este punto alto del volcán me enseñó que no nunca he de temer lo desconocido, solo tomar precauciones. Cada cosa que me proponga en la vida soy capaz de lograrlo. Que soy una soñadora auténtica valiente y con un gran sentido de la curiosidad de niña despierta. Que los sueños son alcanzables como subir a este punto tan alto que no estaba en mis planes subir. Fue la vida que me lo puso en mi Camino este regalo. Hoy si alguien me preguntase si alguna vez he imaginado como sería el cielo, le respondería que el cielo lo he rosado con mis dedos y que el viaje fue todo un descubrimiento interior en mi. Ante mis ojos se abrió una llanura de suelo volcánico en el que la lava adoptó formas imposibles y colores nunca vistos. Pero no solo eso, tambien el lugar transforma de manera mágica a quienes se atreven a caminar por los senderos de subida hacia El Teide, quien desafía amablemente a cualquier peregrino de la vida. Realmente resultó ser una veradera peregrinación espiritual para mi y debía hacerlo en completa soledad, solo conmigo misma. Ahora comprendo mucho más todas las circunstancias vividas en los ultimos tiempos y comprendí que ya no hay que llorar más por aquello que no está. Porque lo más sorprendente del Viaje es que cuando termina uno, comienza otro enseguida para regocijo de quien lo ha de vivir, disfrutar y sacar el mayor provecho posible de esa experiencia. Si he de compartir el viaje con alguien, espero que tenga el mismo corazón aventurero que el mio y que no tenga miedo a nada!
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